Han pasado 3 días desde que le dieron los resultados; sin embargo, Tina aún no puede creer que la prueba de embarazo haya dado positivo. No lo puede sacar de su mente. Siente que su vida ha cambiado por completo. Sabe que debe decírselo a sus padres. Pero no está segura de estar preparada para su probable reacción. ¿Confundida? No estás sola Si acabas de enterarte de que estás embarazada, no estás sola. Es probable que te sientas confundida, asustada o conmocionada por la noticia. Quizás pienses: "esto no puede estar sucediendo". Te prometes a ti misma que en el futuro tendrás mucho más cuidado. Y sabes que probablemente se lo tengas que decir a tus padres. Cómo prepararte para hablar con tus padres No importa el nivel de cercanía que tengas con tus padres, seguramente te preguntarás cómo reaccionarán. Una cosa es que tus padres se den cuenta de que estás manteniendo relaciones sexuales y que estén de acuerdo con eso. Pero otra es si te han prohibido que salieras con alguien o si el sexo prematrimonial está completamente en contra de sus valores y creencias. La mayoría de los padres tienen una posición intermedia. Por ejemplo, algunos padres tienen valores muy liberales pero aun así se horrorizan al enterarse de que su hija adolescente tuvo relaciones sexuales. Incluso los padres que saben que sus hijos adolescentes mantienen relaciones sexuales pueden sentirse decepcionados o preocupados por su futuro. La personalidad de tus padres también juega un papel en cómo reaccionarán. Algunos padres son más tranquilos o accesibles para hablar durante una crisis. Algunos son más sensibles, se estresan más fácilmente o son más propensos a enojarse o disgustarse, gritar o llorar, expresarse en voz muy alta. La mayoría de los padres quiere apoyar a su hija que está embarazada (o a un hijo que ha dejado embarazada a una adolescente), aun cuando están enojados o molestos al principio. Sin embargo, algunos pueden reaccionar con violencia ante la noticia y dejar que el enojo se salga de control. Si crees que tus padres podrían pertenecer a esta categoría, (por ejemplo, si tienen antecedentes de violencia física) lee la sección "Cómo protegerte" que se encuentra al final de este artículo. Al comienzo, algunos padres no demuestran cómo se sienten. Es posible que les lleve tiempo asimilar la noticia. Otros reaccionan rápidamente y no hay dudas acerca de sus sentimientos. Algunos te escucharán y serán comprensivos con tus sentimientos. Algunos padres entrarán en acción, se harán cargo y te dirán lo que debes hacer. Piensa cómo han reaccionado tus padres ante otras situaciones. Intenta imaginar cómo podrían responder, pero recuerda que es imposible saberlo con certeza. Aun así, pensar acerca de qué esperar puede ayudarte a sentirte preparada para la conversación que planeas tener. La conversación Primero, encuentra las palabras. Podrías decir "Tengo algo complicado de decirles. Me he enterado de que estoy embarazada". Luego espera. Deja que tus padres asimilen lo que has dicho. Prepárate para afrontar la reacción. ¿Qué pasará luego? ¿Se enojarán, se pondrán nerviosos o sensibles? ¿Te darán un sermón? ¿Usarán palabras duras? ¿Te harán miles de preguntas? Es bueno pensar con anticipación qué podrías hacer y cómo podrías sentirte. Por ejemplo, si uno de tus padres grita, deberás estar preparada para que la conversación continúe siendo productiva y resistir todo impulso de gritarle en respuesta. Por supuesto, no todos los padres gritan. Muchos no lo hacen. Aun si los padres tienen una reacción fuerte en un comienzo, la mayoría quiere ayudar a sus hijos. A muchos adolescentes les sorprende lo comprensivos que resultan ser sus padres. Puede que sea de ayuda decirles a tus padres que entiendes sus sentimientos y su punto de vista. Decir cosas como "Sé que realmente están enojados", "Sé que esto no es lo que querían para mí" o "Sé que esto no es lo que esperaban" puede ayudar a tus padres a ser más comprensivos. La clave es ser honesta y hablar con toda sinceridad. Si dices lo que crees que tus padres quieren oír o dices cosas solo para calmarlos, podría sonar fingido. Dale a tus padres tiempo para hablar sin interrumpirlos. Escucha lo que dicen. Déjalos desahogarse si lo necesitan. Diles cómo te sientes. Es probable que parte de tu conversación implique decirles a tus padres cómo te sientes. Por ejemplo, si sabes que los has decepcionado y te sientes mal por ello, díselos. Hazles saber que también te has decepcionado a ti misma. Podrías decir "Mamá, papá, sé que los he decepcionado. Sé que están enojados. Realmente lamento hacerlos pasar por esto. Me he decepcionado a mí misma también". Comparte tus miedos y preocupaciones, tales como "Tengo miedo de cómo haré para manejar esto, qué pensarán mis amigos y lo que implica en la escuela." O bien, "No puedo creer que esto me esté pasando y no sé qué hacer". Poner tus sentimientos en palabras requiere mucha madurez y no es algo fácil de hacer. No te preocupes si las palabras no salen perfectamente, si lloras o te emocionas mientras hablas con ellos. Puede resultarte útil pensar en tus sentimientos con anticipación. Si no puedes imaginarte expresando tus sentimientos en voz alta, considera escribirlos en una carta. De ser necesario, busca ayuda para dar la noticia. Una visita al consultorio de tu médico o a un centro de salud es imprescindible, no solo por tu salud sino para obtener más información y analizar las realidades de tu situación. Necesitarás entender tus opciones y explorar tus sentimientos con un profesional con experiencia. Durante tu visita, el médico, la enfermera o el consejero médico también pueden ayudarte a pensar cómo decírselo a tus padres. Si lo deseas, incluso podrían acompañarte en el momento en que hables con tus padres. Cómo hablar de tus decisiones Ahora que ya has hablado con tus padres, deberás tomar decisiones importantes. Hablar de tus decisiones con otras personas puede ser útil. Algunos padres (incluidos los de tu novio) pueden aportar nuevas ideas o puntos de vista. Sin importar lo que decidas, debe ser lo que tú quieras, no lo que otra persona quiera que hagas. Esto es cierto especialmente si crees que la mayor parte de la crianza del niño recaerá sobre ti. Es un gran trabajo. Transformarse en madre en la adolescencia afecta tu educación, tu trabajo y tu futuro económico, y generalmente el de tu novio también. Más de la mitad de los embarazos en la adolescencia llegan a término. Algunos adolescentes deciden tener el bebé. Otros lo dan en adopción. Algunos embarazos en adolescentes terminan en abortos espontáneos y alrededor de un tercio en un aborto provocado. No es fácil hablar de tus opciones, especialmente si no tenías en mente ninguna de esas opciones. Algunas familias necesitan la ayuda de un consejero para hablar de esta situación complicada y difícil de una manera que les permita a todos ser respetados y escuchados. Es algo más que solo dar la noticia Hablar con tus padres sobre tu embarazo implica más que solo una conversación. En los próximos meses, probablemente tendrás varios sentimientos a la vez. A veces, probablemente sientas conmoción o descreimiento. Otras veces, es posible que estés asustada o preocupada. Puedes sentirte triste, culpable o enojada contigo misma. Por momentos, también puedes sentirte entusiasmada y feliz. Algunos días probablemente estés lista para lo que viene. Otros días, puedes llegar a sentirte confundida y pensar que no estás preparada en absoluto. Tendrás muchos sentimientos para ordenar y tomará tiempo. Es útil poder hablar con tus padres sobre todos estos pensamientos y sentimientos. Cómo protegerte a ti misma Para algunos padres, la noticia de que vas a tener un bebé será como una crisis terrible. Según sus creencias, valores culturales o personalidades, es probable que tus padres sientan vergüenza o culpa. Es probable que estén enojados y que se atribuyan culpas. A veces los padres gritan, vociferan y hacen comentarios humillantes. En algunos casos, el enojo puede salirse de control. Conoces a tus padres y conoces tu situación. Si necesitas decirle a tus padres que estás embarazada pero crees que podrían reaccionar de una manera que podría lastimarte, pídele a alguien que te acompañe cuando hables con ellos. Si estás preocupada por tu seguridad, busca asesoramiento. Un centro de salud para adolescentes, como Planned Parenthood, o una línea directa sobre embarazos en adolescentes pueden guiarte y dirigirte hacia los recursos que tengan como fin apoyarte. Por supuesto, la mayoría de los padres no reaccionarán con un enojo extremo. Lo que debes recordar es que cada padre es diferente y tú eres quien mejor los conoce. Cuando tus padres te apoyan Hablar con tus padres cada vez que puedas es una buena manera de ordenar la gran cantidad de sentimientos y problemas que surgen. En el mejor de los casos, tus padres pueden ayudarte a tomar decisiones importantes y respaldar tus decisiones. Pueden ser una fuente de consejos y motivación. A veces una situación difícil hace que las personas se unan y fortalezcan sus lazos. A veces, aunque sea algo inesperado, una situación difícil puede ayudar a que una familia descubra el amor incondicional, el apoyo, la amabilidad, el perdón, la tolerancia, el trabajo en equipo y el optimismo. 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