Consejeros escolares

¿Te sientes abrumado por las tareas de la escuela? ¿Estás asustado porque tus padres se están separando? ¿Estás preocupado por un amigo? ¿Sientes que no sabes a qué grupo perteneces?

A veces no es posible sobrellevar momentos difíciles solo. Los problemas se acumulan y es posible que no puedas dormir, concentrarte en la tarea escolar y hasta te deprimas. Cuando necesites hablar con alguien, el consejero de la escuela puede ser un buen lugar donde comenzar.

Los consejeros ayudan a sobrellevar tus problemas

Los consejeros escolares saben cómo escuchar y ayudar. Tomarán tu problema seriamente y trabajarán contigo para encontrar una solución. Los consejeros escolares están entrenados para ayudar con todo; y no tiene que ser solamente con cosas relacionadas con la escuela. Un consejero te puede ayudar a superar la tristeza cuando alguien muere y darte consejo cuando debes tomar clases de noche para poder ser admitido en tu universidad favorita.

Los consejeros escolares reciben mucho entrenamiento. La mayoría de ellos no solamente tiene títulos universitarios, sino que también tienen maestrías y entrenamiento especial y certificaciones para ser consejeros. Una de las muchas cosas buenas de los consejeros escolares es que están al tanto de todas las cosas que afectan a los estudiantes, incluyendo las tendencias que pueden afectar a tu escuela.

Los consejeros escolares pueden darte todo tipo de consejos y apoyo para solucionar problemas y tomar buenas decisiones. Lo más probable es que, cualquiera sea tu problema, tu consejero ya haya tenido que resolverlo antes y tenga muchos consejos para ayudarte a solucionarlo. Los consejeros te pueden dar consejos para defenderte si te intimidan, controlar el estrés, hablar con tus padres y controlar tus enojos u otros estados de ánimo. Los consejeros también pueden aconsejarte sobre los problemas que tengas con un maestro, como por ejemplo problemas de comunicación o preguntas relacionadas con tus calificaciones.

Los consejeros escolares están muy conectados con el resto de la comunidad escolar y, en muchos casos, con la comunidad que la rodea. De manera que pueden derivar al estudiante a recursos externos, como centros de tratamiento de abuso de sustancias, terapeutas profesionales y hasta clínicas de salud.

Suele ser útil saber qué tipos de apoyo te puede ofrecer el consejero; aún cuando creas que no los necesitas por el momento. Algunas escuelas y distritos escolares utilizan sus sitios Web para explicar lo que los consejeros hacen y cómo obtener una cita con el profesional. Es posible que encuentres sus servicios bajo títulos como "recursos de los estudiantes", "servicios de los estudiantes" o "consejeros para estudiantes".

El sitio web de tu escuela también puede explicar las funciones de otros miembros del personal de la escuela que pueden ayudarte con los problemas o asuntos escolares. Dependiendo del tamaño de tu escuela, habrá psicólogos escolares, profesores particulares, consejeros sobre carreras o universidades y enfermeros escolares.

La función del consejero varía de una escuela a otra y de un distrito a otro; por lo tanto, no asumas que tu consejero puede proporcionar los mismos servicios que el consejero de un amigo tuyo en otra escuela.

¿Cómo puedo ver a un consejero?

Es posible que te hayan asignado un consejero al comenzar el año escolar. O también es posible que la escuela te permita ir por tu cuenta a la oficina de consejeros. Es posible que tu consejero visite tu clase para hablar de ciertos temas y te diga cuándo está disponible. En ciertas escuelas, los maestros y los enfermeros escolares derivan a los estudiantes a consejeros, si creen que es necesario que el niño reciba algún tipo de apoyo. Cada escuela tiene pautas diferentes sobre la manera de poner al estudiante en contacto con el consejero.

El sitio web de tu escuela, la oficina administrativa o un maestro en el que confíes también puede ponerte en contacto con un consejero. En muchas escuelas existe una secretaria que te podrá ayudar a concertar una cita. Muchos consejeros están dispuestos a reunirse con el estudiante teniendo en cuenta los horarios de éste; como por ejemplo, antes o después de la escuela o durante el almuerzo.

Es una buena idea, ir y conocer a tu consejero, aún si no tienes un problema. Esto te ayudará a sentirte cómodo con el consejero en caso de que en algún momento necesites reunirte con él para solucionar una crisis. Por lo general es más fácil hablar de un tema difícil, o un problema, cuando ya te sientes cómodo con el consejero. Reunirse con el consejero cuando no estás en medio de una crisis también te da la oportunidad de preguntarle si lo que se habla en las reuniones se mantiene confidencial y la manera que utiliza para trabajar con el estudiante para resolver un problema.

Reuniones entre el estudiante y el consejero

Los consejeros se reúnen con los estudiantes individualmente o en grupos pequeños. Lo más común es que los estudiantes tengan reuniones particulares con los consejeros. La mayoría de los consejeros escolares tienen sus propias oficinas, donde te puedes sentar y hablar.

Para hablar con el consejero escolar no necesitas saber con exactitud lo que te está molestando. Puedes pedir hora simplemente porque no te sientes bien o porque no te está yendo tan bien como deseas en la escuela. El trabajo del consejero es ayudar a las personas a descubrir lo que les está pasando. En realidad, por lo general es mejor reunirse con el consejero en cuanto te das cuenta de que algo no está bien, aun cuando no sabes lo que es. Es muy probable que puedas resolver el problema más rápido si tienes el respaldo del consejero.

La frecuencia con la que te reúnes con el consejero dependerá del problema. Algunas preocupaciones se solucionan en una sola reunión. Otras necesitan reuniones regulares por un tiempo. Todo depende del tema que haya que tratar y el plan que se diseñe.

A veces los consejeros se reúnen con los estudiantes en grupos. Las reuniones en grupo pueden ayudar a las personas que tienen problemas similares, como el divorcio. En estos grupos, las personas pueden expresar sus sentimientos y aprender a enfrentarlos. En estos grupos, no sólo puedes obtener buenas ideas, sino que también te permiten saber que hay otros estudiantes que están pasando por lo mismo y que te entienden.

Por lo general, los consejeros también van a las clases para enseñar sobre un tema que afecta a todos, por ejemplo, los buenos hábitos de estudio.

A veces, el consejero puede reunirse contigo y con un maestro, o contigo y un padre; especialmente si el maestro o tu padre ha solicitado la reunión.

¿Qué tal confidencial es?

Cuando te reúnes con el consejero de manera privada, la conversación será confidencial. Tu consejero no va a ir hablando por ahí de tus problemas en la escuela. Sin embargo, cada escuela tiene sus propias reglas. Por lo tanto, habla directamente con el consejero sobre lo que él considera confidencial.

En casos excepcionales, un consejero no podrá mantener la información confidencial. Un consejero que considera que existe un riesgo de que el estudiante se lastime, está obligado por ley a comunicar esta información. Pero aún en estos casos excepcionales, el consejero sólo compartirá la información con las personas que necesitan saberlo.

Las personas a veces se preocupan de que los otros estudiantes piensen que están viendo al consejero porque tienen problemas graves o se han metido en problemas. Pero en la mayoría de las escuelas, el consejero tiene que ocuparse de muchos problemas escolares y personales. Por lo tanto, es posible que estés reuniéndote con el consejero para obtener consejos sobre qué clases tomar para la universidad. Tus amigos y compañeros no tienen por qué saber por qué estás reuniéndote con un consejero a menos que tú se lo digas.

El consejero de la escuela es una persona externa a tu vida personal; un adulto que no es tu padre, familiar o maestro y que ve las cosas objetivamente. El consejero escolar no es un terapeuta. (Por lo tanto si ves a un consejero, no es lo mismo que asistir a terapia). Si necesitas un tipo de ayuda que el consejero no puede ofrecerte, éste te dará información sobre otros recursos, como el nombre de un terapista.

Sin importar cuál es tu problema, el consejero es la persona que está de tu lado. Aún si has tenido una mala experiencia en el pasado con un consejero o un terapista particular, no dudes en ponerte en contacto con tu consejero escolar o llama a la oficina de consejeros para que te permitan ver a otra persona, si el consejero que estás viendo ahora no te convence. Todos los consejeros son diferentes, y la mayoría comprende que es natural que la gente se sienta más cómoda con ciertas personas que con otras.

No te sorprendas si tus padres conocen al consejero escolar. Es posible que hasta estén en contacto entre ellos. A veces los consejeros ofrecen talleres para padres, con o sin la presencia de los niños, sobre temas como hábitos de estudio o prevención del abuso de drogas. Es una buena idea que el consejero y tus padres se conozcan mientras no haya problemas. De esa manera, si surge algún problema, como por ejemplo que se burlen de ti o la muerte de un miembro de tu familia, y tienes que faltar a la escuela, podrán trabajar juntos cómodamente.

Si estás viendo al consejero y tus padres no lo saben, no te preocupes si el consejero se lo cuenta a tus padres. A menos que le estés dando al consejero la impresión de que vas a lastimarte o lastimar a otros, lo que se comenta en las reuniones se quedará entre ti y el consejero.

Los consejeros escolares se especializan en ayudar a que tu experiencia en la escuela sea la mejor posible. La función del consejero escolar hoy es muy diferente a la de los consejeros en la época en la que tus padres asistieron a la escuela. En vez de simplemente concentrarse en las tareas escolares y las carreras, los consejeros de hoy tienen como meta ayudar en muchos aspectos de la vida del estudiante. Ayudan a los estudiantes con casi todos los problemas que puedan tener con respecto al aprendizaje, guían a los estudiantes para que tengan un futuro productivo y tratan de crear un entorno positivo en la escuela. Por lo tanto, si necesitas un consejero, ¡simplemente pide uno!

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