Cinco formas de mantenerse sano durante las fiestas de fin de año

Tu madre en pleno colapso nervioso, los niños peleándose por la última magdalena, el tío Bob sacando los pulmones por la boca mientras corta el pavo, y tu mejor amigo acaba de recibir un mensaje de texto que lo deja muy triste. ¡Bravo por los recuerdos de las fiestas!

Es el momento de vencer la enfermedad (por no mencionar el cansancio, el estrés y otros de los inconvenientes de las fiestas). Afortunadamente, puedes seguir manteniéndote sano y pasándotelo bien incluso aunque todo el mundo esté por los ánimos por los suelos.

Sigue estos cinco consejos para desarrollar al máximo las defensas de tu cuerpo.

1. Ahuyenta a los gérmenes. Las reuniones familiares, los aeropuertos, los centros comerciales e incluso la biblioteca antes de los exámenes finales son lugares donde se agolpan los gérmenes. Por lo tanto, protégete: Ponte la vacuna antigripal y lávate mucho las manos. Las fiestas son para compartir, pero habrá algunas cosas que querrás quedarte para ti mismo: los tenedores, las cucharas y utensilios para beber. La gente puede ser contagiosa antes de saber que está enferma, de modo que un solo sorbo de la bebida de otra persona puede introducir sus gérmenes en tu cuerpo.
2. Come de forma saludable y sé feliz. Las comidas que se suelen tomar en Navidades pueden ser ricas en calorías y bajas en los nutrientes que necesitas para combatir a los gérmenes y aumentar tu nivel de energía. Convierte en una prioridad el hecho de ingerir cinco o más frutas o verduras cada día (elige frutas enteras en vez de su zumo para estar lleno durante más tiempo y evitar el azúcar añadido). Lleva encima una manzana o una bolsita de zanahorias para tener siempre a mano un tentempié saludable. Y no des vacaciones a tu rutina de ejercicios habitual. Aparte de ayudarte a quemar calorías, el ejercicio te aporta energía.
3. Relájate. "¿Me lo podré permitir?" "¿Será perfecto?" Hasta las cosas que esperamos con más ilusión, como las fiestas o los regalos, pueden acarrear preocupaciones. Si estás estresado, deja lo que estás haciendo por un momento. Haz cinco respiraciones profundas, hundiendo el vientre al máximo. Concéntrate en cada respiración al inhalar y exhalar. Asómate a la ventana y observa el cielo. Luego vuelve a hacer lo que estabas haciendo, siendo consciente de que se celebrará lo que se tenga que celebrar. Solo espera que las fiestas te dejen historias bonitas que contar.
4. Lucha contra la tristeza. La depresión navideña no solo ocurre en las canciones. En algunas personas, la depresión es estacional, la desencadenan los días cortos, las noches largas y el frío. Hay gente que atraviesa momentos vitales difíciles, como una ruptura sentimental o una mudanza, lo que le hace estar triste. Si estás triste, sal al exterior, aunque haga frío donde vives. La luz del sol y el ejercicio son excelentes para levantar el ánimo. Prueba una actividad propia de las Navidades para conectar con el espíritu navideño, como el patinaje sobre hielo o cantar villancicos con tus vecinos. Y no dudes en hablar con alguien de confianza, como un padre o un profesor, sobre cómo te sientes.
5. Duerme a pierna suelta. Dormir entre 8½ y 9 horas por la noche durante las vacaciones de Navidad te puede ayudar a reforzar tu sistema inmunitario, a darte más energía y a hacerte menos vulnerable al estrés.

Una de las mejores cosas que puedes hacer por tu salud es salir de casa y pasártelo bien. Olvídate de las cosas duras durante un tiempo (exceptuando tu seguridad, por descontado; asegúrate de que alguien sabe siempre dónde estás y ten cuidado con la gente que conduce estando borracha).

Ríe y disfruta: las vacaciones de Navidad solo son una vez al año.