¿Qué es la marihuana?

La marihuana es una mezcla verde-amarillenta de flores, hojas y tallos triturados de la planta del cáñamo (Cannabis sativa). Hay una variante más fuerte de la marihuana, llamada hachís (o "costo"), que tiene el aspecto de una pasta de color marrón o negra, como si fueran bolas o trozos de plastilina. La cantidad de THC (el ingrediente activo) en la marihuana y los productos que contienen marihuana ha aumentado considerablemente a lo largo de los años.

La marihuana se suele liar y fumar, como si fuera un cigarrillo (porros o canutos), o bien se introduce dentro de puros previamente vaciados (puro de marihuana), pipas o pipas de agua o de vidrio (o “bongs”). Últimamente, se ha hecho cada vez más popular inhalar marihuana o extractos más fuertes de marihuana usando un vaporizador (lo que se conoce como "vapear"). Hay gente que la mezcla con alimentos o que la infunde y la toma en forma de infusión.

También existe la "marihuana sintética", unas drogas elaboradas por el hombre que son químicamente similares al THC y que pueden ser peligrosamente fuertes. Estas drogas se pueden llamar "K2," "spice" e "incienso herbal". Pueden ser tan potentes que ha habido muertes por sobredosis.

Efectos a corto plazo

La principal sustancia química activa de la marihuana es el THC (el delta-9-tetrahidrocannabinol). Cuando una persona fuma marihuana, el THC va de los pulmones al torrente sanguíneo. Y, desde allí, acaba llegando al cerebro y otros órganos.

El THC conecta con un receptor de las células nerviosas cerebrales. El “subidón” de la marihuana se debe a los efectos del THC sobre las células nerviosas que controlan la percepción sensorial y el placer.

Pero el THC también conecta con receptores de células nerviosas de otras partes del cerebro que regulan el pensamiento, la memoria, la coordinación y la concentración. Esto puede provocar efectos secundarios indeseables, como los siguientes:

  • dificultades para pensar y para resolver problemas
  • problemas de memoria y de aprendizaje
  • falta de coordinación
  • percepción distorsionada

Estos efectos secundarios solo son de carácter temporal, pero pueden hacer que sea peligroso hacer cosas como conducir bajo los efectos de la marihuana.

La gente también puede tener otros efectos a corto plazo por consumir marihuana, como los siguientes:

  • aumento del apetito
  • sentirse mareado o adormilado
  • reducción de las inhibiciones

Efectos a largo plazo

Los investigadores han constatado que la gente que consume marihuana durante largos períodos de tiempo puede presentar efectos secundarios más duraderos. Por ejemplo:

Cambios en el cerebro. La marihuana puede afectar a partes del cerebro que participan en la capacidad para recordar, atender simultáneamente a varias tareas y prestar atención.

Cuestiones de fertilidad. Estudios hechos con animales sugieren que el uso repetido de la marihuana se puede asociar a un descenso en la cantidad de espermatozoides en los hombres y a un retraso de la ovulación en las mujeres. Las mujeres que consumen marihuana durante el embarazo tienen más probabilidades de tener bebés con problemas de desarrollo y de comportamiento.

Problemas respiratorios. La gente que fuma mucha marihuana puede desarrollar problemas en el sistema respiratorio, como un incremento de las mucosidades, tos crónica y bronquitis.

Problemas en el sistema inmunitario. El uso de marihuana durante largos períodos de tiempo puede hacer más difícil que el organismo luche adecuadamente contra las infecciones.

Problemas emocionales. La gente que consume mucha marihuana tiene más probabilidades de presentar signos de depresión o de ansiedad. Si una persona padece una esquizofrenia o un trastorno bipolar, el consumo de marihuana puede empeorar los síntomas de estos trastornos mentales.

Otros problemas

He aquí algunas de las formas en que te podría afectar el consumo de la marihuana:

Problemas con la ley. Las leyes relacionadas con la marihuana pueden ser confusas. Algunos estados están modificando sus leyes para que sea legal tener pequeñas cantidades de marihuana en determinadas situaciones (como cuando las haya recetado un médico). En algunos estados, se considera legal el consumo recreativo de marihuana por personas adultas (a partir de 21 años). Pero hay leyes federales que entran en conflicto con algunas leyes estatales, al prohibir el consumo, el cultivo y la venta de marihuana; y la gente a quien le encuentran marihuana puede ser detenida y enfrentarse a penas, incluyendo la cárcel.

Problemas en la carrera profesional. La gente a quien la policía encuentra con marihuana puede acabar teniendo antecedentes penales, que pueden interferir en sus planes para ir a la universidad y/o para encontrar trabajo.

Pruebas de detección de drogas. Últimamente, algunas empresas estadounidenses hacen pruebas para detectar la presencia de drogas en el proceso de selección de personal. La marihuana puede tardar varias semanas en ser eliminada del organismo de una persona que la haya consumido. Por lo tanto, los consumidores de marihuana pueden no encontrar el trabajo que querrían encontrar. Algunas compañías hacen este tipo de pruebas a sus empleados con regularidad, de modo que las personas que consumen marihuana pueden perder sus puestos de trabajo.

El uso de la marihuana como medicamento

La Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado unas pastillas que contienen THC u otros cannabinoides (sustancias químicas similares al THC) para ayudar a aliviar el dolor, las náuseas, la rigidez muscular o/y otros problemas relacionados con el movimiento. De todos modos, sigue habiendo bastante polémica sobre el uso de la marihuana como medicamento. Los medicamentos que contienen THC y otros cannabinoides solo se venden en algunos estados de EE.UU. y solo bajo estricta prescripción médica.

Por ahora, se necesitan más investigaciones para saber qué es más eficaz: fumar marihuana o tomar una pastilla que contenga THC u otros cannabinoides. Es algo que están estudiando los científicos.

¿Y si la quiero dejar?

La gente que consume marihuana durante cierto tiempo puede presentar síntomas de abstinencia cuando deja de consumirla. Puede estar irritable, ansiosa o deprimida; tener problemas para dormir; o perder el apetito.

El síndrome de abstinencia de la marihuana puede ser un poco como el de la cafeína: suele ser peor durante el primer día o los dos primeros días tras detener el consumo. Llegado este punto, los síntomas de abstinencia se van reduciendo gradualmente. Y suelen desaparecer una o dos semanas después de haber dejado de consumir marihuana.

La marihuana puede ser adictiva. Aproximadamente 1 de cada 10 personas que usan esta droga con regularidad puede desarrollar un "trastorno de consumo de marihuana". Estas personas no pueden dejar de consumir marihuana aunque su consumo les esté causando problemas en la vida. Esto es mucho más probable que ocurra cuando la gente empieza a consumir marihuana antes de haber cumplido 18 años.

Si eres una persona que quiere dejar de consumir marihuana pero tienes problemas para conseguirlo, te puede ayudar hablar con un buen psicólogo o terapeuta. Los estudios sugieren que la combinación de sesiones de terapia individual con sesiones de terapia de grupo es el mejor enfoque a seguir para detener el consumo de marihuana.

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