Ofrecerte como voluntario

El voluntariado te da la oportunidad de cambiar vidas, incluyendo la tuya. Si te sientes frustrado o abrumado por la noticia de algún desastre, ofrecerte como voluntario para ayudar puede ser una excelente manera de salir adelante. Si deseas apoyar una causa pero no puedes donar dinero, puedes donar tu tiempo en su lugar.

Ayudar a los que lo necesitan es una parte tan importante de la forma de vida americana que muchas escuelas estadounidenses requieren que los estudiantes posean un cierto número de horas de voluntariado para poder graduarse.

Trabajar como voluntario te permite conocer gente que tiene intereses similares. Además, podrás hacer amigos nuevos de tu misma edad o de otras edades. O podrás establecer contactos que en el futuro te permitan conseguir trabajos o pasantías.

Entonces, ¿cómo haces para abordarlo?

Encuentra lo que es correcto para ti

A diferencia de la escuela, como voluntario puedes escoger lo que realmente te interesa y quién (o qué) es más merecedor de tu tiempo. ¿Necesitas algunas ideas para comenzar? Aquí van algunas:

Ayuda a que los niños aprendan y crezcan. Conviértete en un Hermano o Hermana mayor (con la organización Big Brothers Big Sisters), guía de campamento, u ofrécete como voluntario en un programa de deportes después de la escuela. Los juegos y eventos de las Olimpíadas Especiales son excelentes maneras de conocer a niños con necesidades especiales.

Las fiestas son un buen momento para retribuir a la sociedad. Puedes servir la cena de Acción de Gracias para las personas que no tienen hogar, ofrecerte como voluntario en el banco de alimentos de tu zona, o distribuir juguetes a los niños. También podrías ser de utilidad en tu iglesia, templo, mezquita, u otro lugar de culto.

Juega con los animales en algún refugio de animales local. La mayoría de los refugios cuentan con la ayuda de voluntarios para que los gatos y perros se mantengan felices y hagan ejercicio. (Y mientras paseas perros que han sido rescatados, también ejercitas tú).

Ofrécete como voluntario para una campaña política. Si te interesa la política, es una excelente manera para descubrir desde adentro cómo funcionan las cosas. Aun si no puedes votar, puedes trabajar para conseguir que tu candidato sea electo: ya sea el presidente de los Estados Unidos o el intendente de la ciudad.

Ayuda al medio ambiente. Únete a un grupo de preservación del medio ambiente y ayuda con la conservación del río. Participa de una jornada de limpieza en el parque local. No necesariamente tienen que gustarte las actividades al aire libre: si no puedes imaginarte cargando troncos por una colina, podrías ayudar en la oficina de parques o un centro de educación.

Apoya una causa relacionada con la salud. Muchos de nosotros tenemos una persona cercana que padece un problema médico (como cáncer, VIH o diabetes, por ejemplo). Donar tu tiempo a una organización que recaude fondos para la investigación, ofrece comidas u otro tipo de ayuda a las personas con alguna enfermedad podría hacerte sentir mejor.

Si hay más de una cosa que te gusta hacer, encuentra la manera de combinar las dos. Por ejemplo, si te gustan los niños y eres bueno con las artes y artesanías, visita el hospital de niños local y ofrécete a conducir actividades de arte para los pacientes más jóvenes.

Encuentra algo que se adapte a tu horario

Una vez que has encontrado algo que te inspira, decide cuánto tiempo quieres invertir. Las organizaciones locales (como hospitales o refugios) a menudo quieren que los voluntarios les dediquen una cantidad determinada de tiempo cada una o dos semanas.

Pero ¿qué pasa si la escuela, deportes, u otros compromisos te impiden dedicar tiempo todas las semanas? Muchas grandes organizaciones (especialmente las organizaciones relacionadas con el medio ambiente o las que se dedican a buscar curas para enfermedades) tienen actividades que duran todo el día. Estas actividades incluyen maratones, paseos en bicicleta, jornadas de limpieza, o construcción de viviendas para aquellos que más lo necesitan.

También puedes pasar una semana, un mes o incluso todo un verano como voluntario a través de algún programa de "vacaciones alternativas" o alguna pasantía organizada. La ventaja de estas opciones es que te permiten concentrarte en las actividades y sentir que lograste algo importante cuando veas los resultados. Debido a que pasan mucho tiempo juntos, la mayoría de las personas que trabajan en proyectos de voluntariado a largo plazo forman una amistad muy fuerte. A veces puedes viajar, y la organización puede ofrecer ocuparse de los gastos del viaje y otros costos.

Abre tu mente

Ser voluntario es una buena manera de aprender nuevas habilidades, desde cómo trabajar en equipo hasta cómo establecer y alcanzar metas. Te da la oportunidad de descubrir cuáles son las cosas que mejor haces y disfrutas al máximo. Un trabajo voluntario que disfrutas puede ayudarte a formar tus ideas acerca de tus metas profesionales.

Ser voluntario también puede proporcionarte un sentido de responsabilidad ya que la gente realmente contará contigo. Y puede ayudarte a comprender a las personas que son diferentes a ti: personas con discapacidades, con dificultades financieras, niños que están enfermos o ancianos.

Te sentirás bien

Donar tu tiempo es una excelente manera de sentir que tienes el poder de cambiar las cosas para mejor. Cuando las personas dependen de ti, puede cambiar la manera en que te ves a ti mismo. Puedes estar orgulloso de las metas que alcanzaste para una organización, ya sea ayudando a organizar un maratón de 10 km para recaudar fondos contra el cáncer de mama o corriendo la carrera tú mismo.

El voluntariado es también una buena manera de cambiar la perspectiva sobre tu propia vida. A veces es fácil sentirse abatido por las preocupaciones sobre tus calificaciones o la pelea que tuviste con tu amigo o padre. Y aunque estas cosas son importantes a su manera, a veces puede ser útil tomar cierta distancia y pensar en otras cosas. El voluntariado te permite hacer esto. Te permite concentrare en los demás y darte cuenta de que tu participación en el mundo puede ser significativa.

Por último, el voluntariado puede salvarte del aburrimiento: te brinda la posibilidad de estar en un lugar en el que puedes pasar un buen momento y mantenerte ocupado.

Te verás bien

Cuando donas tu tiempo a una causa que es importante para ti, puede verse bien en las aplicaciones para la universidad o un trabajo. Por supuesto, esta no es la razón principal para ofrecerte como voluntario: si lo haces solo para complacer a otras personas o para lucir bien es posible que no puedas disfrutarlo. Pero el voluntariado les demuestra a otros (y a ti mismo) que eres lo suficientemente responsable para tomar un compromiso y cumplir con un horario.

El voluntariado también les muestra a los empleadores y a las universidades que crees en hacer del mundo un lugar mejor, y que estás dispuesto a sacrificar tu tiempo y energía para hacerlo.

¿Dónde me inscribo?

Una vez que hayas decidido qué te interesa y la cantidad de tiempo que puedes dedicarle, es el momento de averiguar dónde puedes ser voluntario.

Tienes varias opciones. Puedes buscar en Internet o en la guía telefónica como "voluntario". Puedes llamar a una organización directamente y preguntar si necesitan voluntarios en tu área. Puedes preguntarles a amigos o familiares si tienen ideas y contactos o buscar en los anuncios en la biblioteca o en las librerías. Vale la pena tomarte el tiempo por adelantado para identificar El trabajo que es la mejor opción para ti.

Cuando llames a una organización para ofrecer tu tiempo, la mejor opción es pedir por un coordinador de voluntarios. Debes estar preparado para responder a algunas preguntas, como:

  • ¿Por qué quieres ser voluntario en nuestra organización?
  • ¿Qué sabes acerca de nuestra organización?
  • ¿Cuántas horas a la semana vas a ser capaz de ofrecer?
  • ¿Cuáles son tus intereses?
  • ¿Tienes alguna habilidad especial?
  • ¿Tienes forma de llegar hasta aquí?

La mayoría de los lugares te pedirá que vayas a una entrevista, que suele ser bastante informal. Quieren hablar contigo cara a cara, y si aún no te han hecho las preguntas anteriores, lo harán en la entrevista.

Si la entrevista es por teléfono o en persona, no te olvides de hacer tus propias preguntas. Por ejemplo:

  • ¿Qué se espera de mí si me ofrezco aquí?
  • ¿Qué tipo de entrenamiento voy a recibir?
  • ¿Cuántos voluntarios hay?
  • ¿Cuántas horas esperan que ofrezca como voluntario cada semana/mes?

Incluso puedes preguntar si puedes observar otros voluntarios en acción para tener una idea del trabajo antes de comprometerte.

Si todo encaja, es decir, si te gusta el trabajo, la organización, y tú le gustas a la organización, ser voluntario puede ser una experiencia increíble.

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