Es posible que hayas visto a un niño en la cafetería sacándose el retenedor antes de almorzar. Con cuidado, lo coloca en un envase plástico para asegurarse de no perderlo o dañarlo mientras come. Puedes darte cuenta de que, para este niño, este aparato de plástico y metal es muy importante. Es posible que te preguntes por qué. Veamos.

¿Qué es un retenedor?

Un retenedor es un aparato de plástico y metal que se hace a medida para cada niño que lo necesita. Se calza en la parte superior de los dientes y la boca. Todos los retenedores son diferentes, aunque parezcan ser similares.

Los retenedores son algo muy común. En realidad, la mayoría de las personas (niños y adultos) deben usar retenedores durante un tiempo después de que se les haya quitado los aparatos. Otras personas los usan para cerrar los espacios entre los dientes, para resolver problemas del habla o médicos.

¿Por qué necesito usar un retenedor?

Es posible que necesites un retenedor por una variedad de razones. La razón más común es ayudar a tus dientes a permanecer en el lugar adecuado después de retirar los aparatos de ortodoncia. Es importante usar el retenedor ya que a medida que tu cuerpo crece, tus dientes se desplazan un poco. El retenedor ayuda a controlar este desplazamiento natural de los dientes.

Una vez que los aparatos se quitan, tu ortodoncista (un dentista especial que se especializa en corregir problemas de las mandíbulas y enderezar los dientes) te hará un retenedor y te dirá cuánto tiempo lo tienes que usar y cuándo. Por ejemplo, es posible que lo tengas que usar todo el día durante 3 meses pero solo a la noche después de ese período de tiempo. Algunos niños usan el retenedor solamente durante la noche al principio, pero es posible que lo tengan que usar por más de un año. El retenedor mantiene los dientes alineados y seguramente ni lo notes mientras duermes.

Otros niños usan retenedores para cerrar el espacio entre los dientes o simplemente para mover un diente. En estos casos, los aparatos no son necesarios ya que los retenedores pueden cumplir esta función. Por lo general, los retenedores deberán usarse durante varios años para cerrar espacios y para mantenerlos cerrados.

Pero cualquiera sea la razón por la que usas un retenedor, es posible que ciertos dientes sientan una presión o hasta dolor durante unos días. Si sientes dolor o presión, no te preocupes; es totalmente normal.

Los retenedores pueden arreglar muchos otros problemas además de mover dientes. A veces se los utiliza para ayudar con un problema médico, como por ejemplo, el empuje de lengua (una afección en la cual la lengua se saca a través de los dientes al hablar). Algunos retenedores se diseñan con pequeñas barras de metal que cuelgan del paladar. Estos retenedores mantienen la lengua dentro de la boca cuando hablas. La lengua está entrenada para ir hacia el paladar en vez de salir a través de los dientes. El tiempo que los niños deben usar este tipo de aparatos con barras depende del niño.

Otro uso de los retenedores es ayudar a las personas que sufren de afecciones temporomandibulares (TMD). Esta afección es generalmente el resultado de un problema con la mordida (los dientes no se tocan de la manera adecuada al estar cerrada las mandíbula) y se denomina maloclusión o bruxismo, que es el acto de apretar los dientes mientras duermes produciendo rechinamientos y roces. Los rechinamientos estiran los músculos y las articulaciones de la boca y la mandíbula, y a veces pueden causar dolor en la mandíbula y dolores de cabeza. Los retenedores pueden ayudarte a que no cierres la boca completamente durante la noche de manera que no rechines los dientes.

Hacer y usar los retenedores

Esta es la parte fácil. El ortodoncista te tomará las medidas para hacer el retenedor usando un material denominado alginato. Es un líquido espeso, blanquecino y gomoso que se usa para hacer un molde de tus dientes. El proceso de medición es rápido y no tiene mal gusto (puedes elegir entre diferentes sabores).

El retenedor terminado puede diseñarse para expresar tu estilo. A veces puedes elegir tener el dibujo de Batman, un árbol de navidad o murciélagos de Halloween en la parte de plástico del retenedor. Una vez que te han hecho los moldes para el retenedor, debes esperar aproximadamente una semana para que estén listos.

Al principio te sentirás muy raro con el retenedor. Esto es absolutamente normal. Pero pídele al ortodoncista que te lo ajuste si el retenedor te causa dolor o si te raspa o corta las encías.

Al comienzo tendrás que acostumbrarte a hablar con el retenedor. Al principio, trata de hablar despacio para practicar y verás que muy pronto ni notarás que lo tienes. Los dentistas recomiendan leer en voz alta varios minutos por día. También es posible que notes que tienes más saliva durante los primeros días que usas el retenedor, lo cual es normal.

El cuidado del retenedor

Los retenedores viven en tu boca junto con las bacterias, el sarro y los restos de comida. Debes limpiar el retenedor todos los días, pero asegúrate de preguntarle al ortodoncista cómo debes limpiar el tipo de retenedor que tienes (algunos tipos de retenedores no se deben limpiar con pasta de dientes). También puedes dejarlo en remojo usando enjuagues bucales o limpiadores de dentaduras postizas para limpiarlo y eliminar los gérmenes.

Dado que el plástico de tu retenedor se puede quebrar si se reseca, siempre debes ponerlo en remojo al no estar en tu boca. El plástico puede deformarse; por lo tanto, no lo dejes en agua caliente o cerca de fuentes de calor, como un radiador, por ejemplo. Además, no retuerzas los alambres. Si das vuelta el retenedor en la boca, doblarás los alambres.

Lo más importante en el cuidado de tu retenedor es no perderlo. Son caros y tus padres tendrán que pagar por el daño o por la pérdida. Peor aún, ¡es posible que te pidan pagar parte del retenedor nuevo! Por lo tanto, mira varias veces antes de tirar la bandeja a la basura en la cafetería y deja el retenedor en el mismo lugar al sacártelo en tu casa. En otras palabras, ¡retén el retenedor!

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