El juego necesitaba de Will, el receptor del equipo, para que atrape la pelota en el campo, donde podría aprovechar su velocidad para deshacerse del hombre que lo estaba marcando. Sin embargo, en esta oportunidad, el esquinero del otro equipo leyó perfectamente la jugada y derribó a Will con un golpe certero de su hombrera en el muslo derecho de Will. Will sintió un dolor agudo que continuó mientras quedaba tendido en el piso luego de la jugada y sus compañeros tuvieron que ayudarlo a salir del campo. Después del partido, Will todavía tenía problemas al caminar y aún le dolía el muslo. Su padre lo llevó a la sala de emergencias, donde un médico le informó que tenía una contusión de grado 2 en el cuádriceps y que estaría fuera de la acción por un par de semanas. ¿Qué es una contusión en el cuádriceps? Los cuádriceps son los músculos de la parte delantera de la pierna que ayudan a flexionar la cadera y enderezar la rodilla al caminar o correr. Estos músculos están unidos al fémur; por lo tanto, un golpe directo al muslo puede hacerlos chocar contra el hueso. La lesión sufrida puede ser bastante dolorosa y, en algunos casos, grave. Los dos tipos de contusión en el cuádriceps son los siguientes: Una contusión intramuscular se presenta cuando el músculo se desgarra dentro de la vaina (revestimiento) que lo rodea. Una contusión intermuscular ocurre cuando se desgarran tanto el músculo como la vaina que lo rodea. Las contusiones en el cuádriceps son comunes en los deportes de contacto, como el fútbol americano y el hockey. También son un riesgo en deportes donde existe la posibilidad de una colisión, como el fútbol y el lacrosse. Y también puede ocurrir en deportes como andar en patineta, esquiar y snowboard, donde hay una posibilidad de que el muslo golpee un objeto si te caes. ¿Cuáles son los síntomas? Te darás cuenta inmediatamente si tienes una contusión en el cuádriceps. Duele mucho. Pero no podrás darte cuenta enseguida qué tan grave es, y saber esto te ayudará a recibir el tratamiento adecuado. Los médicos diferencian la gravedad de las contusiones en el cuádriceps en grados que van del 1 al 3. Cada grado tiene sus propios síntomas: Grado 1. Este nivel de contusión será poco doloroso y solo presenta un leve dolor al tacto. Puede haber unos pocos moretones y algo de hinchazón. Podrás caminar normalmente y doblar la rodilla más de 90 grados. Grado 2. Tal vez tengas una hinchazón mayor y, posiblemente, los moretones sean más intensos en el muslo, y lo más probable es que camines rengueando. La zona afectada estará sensible y solo podrás doblar la rodilla entre 45 y 90 grados. Grado 3. El muslo estará hinchado y con dolor, y podría estar bastante amorotonado. Tendrás dificultad para doblar la rodilla y caminar sin muletas. El rango de movilidad de la rodilla será de menos de 45 grados y tal vez aparezca un bulto en el músculo cuando intentes estirar la pierna. Es conveniente que un médico controle tu lesión, aunque estés seguro de que tienes una contusión leve en el cuádriceps. Esto se debe a que las contusiones en el cuádriceps a veces pueden provocar otros problemas: La miositis osificante es una afección grave que ocurre cuando comienza a formarse hueso dentro del músculo. No es un problema habitual, pero es importante detectarlo cuanto antes: Cuanto más se tarde en detectarlo, mayores complicaciones puede causar. El síndrome compartimental es otra complicación poco frecuente pero grave de las contusiones en el cuádriceps. En un caso de síndrome compartimental, el sangrado del músculo dañado puede quedar atrapado y acumularse dentro de la vaina del músculo (la capa de tejido que envuelve al músculo). A medida que la sangre se acumula dentro de este espacio, los músculos quedan presionados y el oxígeno no puede llegar a los vasos sanguíneos, los tejidos y los nervios. Esto puede provocar un daño muscular permanente. Si sientes que el dolor es mayor a cuando te lesionaste o si sientes un hormigueo o ardor en la zona que te lesionaste, llama a un médico inmediatamente. ¿Qué hacen los médicos? Si el médico considera que tienes una contusión en el cuádriceps, evaluará de qué tipo es (intramuscular o intermuscular) y también determinará el grado. El médico te examinará el muslo y es posible que ejerza presión sobre él o que lo masajee para ver cuán sensible o dolorido está. El médico te hará preguntas sobre lo sucedido para entender qué ha causado la lesión y qué síntomas estás sintiendo. Seguramente, te pida que flexiones la rodilla para ver si el rango de movilidad es limitado. Si la lesión pareciera grave o no mejora después de varias semanas de tratamiento, el médico puede solicitar una resonancia magnética para determinar la extensión del desgarro y verificar si existen otros problemas. ¿Qué causa una contusión en el cuádriceps? Si tienes una contusión en el cuádriceps, no habrá dudas sobre la causa. Algo, como un casco de fútbol, la rodilla de otro jugador o la baranda de protección en un campo de patinaje, te golpeará fuerte en la pierna. Por eso es que las contusiones en el cuádriceps son comunes en los deportes de contacto o en aquellos donde es probable una colisión. Si el impacto hace que los músculos choquen contra el hueso del muslo (fémur), pueden comenzar a desgarrarse y sangrar. Esto produce dolor e inflamación. Si la lesión es una contusión intramuscular, donde la sangre se acumula dentro la vaina del músculo, tal vez no notes muchos moretones al principio. Pero si la vaina se rompe junto con el músculo (contusión intermuscular), puede causar un moretón considerable y una decoloración del muslo. ¿Es posible prevenir una contusión en el cuádriceps? Puede ser difícil prevenir una contusión en el cuádriceps, ya que ocurren repentinamente y es muy poco probable que se sepa cuándo van a suceder. Pero puedes lograr que este tipo de lesiones sean menos probables siguiendo algunas reglas simples cuando practicas un deporte: Usa el equipo de protección adecuado. El hockey y el fútbol americano requieren el uso de musleras dentro de los pantalones. Asegúrate de usarlas y de que te queden bien ajustadas para que siempre permanezcan en su lugar. Conoce las reglas de tu deporte y respétalas. En un partido de fútbol americano, no querrás que alguien embista su casco contra tu muslo (una penalidad conocida como "cabezazo"), así que asegúrate de no hacerle lo mismo a tu oponente. Conoce tus límites al esquiar, practicar snowboard o andar en patineta. Mantente dentro de tus capacidades para reducir el riesgo de una caída fuerte que podría hacer que tu muslo impacte con la pista, un objeto del parque o un árbol. Tratar una contusión en el cuádriceps Las contusiones de grado 1 requerirán un poco más de reposo y algunos estiramientos leves para sanar y no causarán muchos problemas. Las contusiones de grado 2 y 3 probablemente requieran más tratamiento. Si tienes dolor, pregúntale a tu médico qué analgésico puedes tomar. Algunas de las cosas que puedes hacer para tratar una contusión de cuádriceps incluyen las siguientes: Recuerda estas cuatro palabras: Descanso. Limita tu actividad física y usa los músculos de los muslos lo menos posible. Si apoyar el peso sobre la pierna lesionada es doloroso, es conveniente que uses unas muletas cuando camines. Hielo. Utiliza una bolsa de hielo o compresas frías para ayudar a reducir la inflamación. Esto debería hacerse lo antes posible después de la lesión y mientras mantienes la rodilla levemente flexionada para contribuir al proceso de recuperación. Colócate hielo durante 20 minutos cada 2 o 3 horas. Compresión. Usa vendas o cintas elásticas para proporcionar sostén al muslo y reducir la inflamación. En lo posible, intenta hacerlo con la rodilla flexionada por completo tan pronto como puedas luego de la lesión. Pídele a alguien que te vende el muslo y la pantorrilla juntos para inmovilizar tu rodilla flexionada durante las primeras 24 horas. Elevación. Si estás recostado, coloca almohadas bajo la pierna para elevar el muslo con la rodilla levemente flexionada. No apliques calor en la zona afectada. El uso de calor para tratar una contusión en el cuádriceps puede incrementar la inflamación y contribuir a la formación de una miositis osificante. Sé cuidadoso con los masajes. Cuando la lesión está en su última etapa, un masaje realizado por un profesional especializado en lesiones deportivas puede ayudar a que recuperes la flexibilidad y el rango de movilidad. Sin embargo, si se masajea una lesión de cuádriceps reciente, se puede incrementar la posibilidad de tener una miositis osificante. Sigue un programa de terapia física indicado. Una vez que el dolor y la inflamación hayan cedido, consulta con tu médico sobre los programas de rehabilitación que podrán ayudarte a recuperar la fortaleza y flexibilidad de la pierna mientras se cura. Retoma la actividad y los deportes lentamente. Trata de no apoyar tu peso en la pierna lesionada hasta que lo puedas hacer sin dolor. Esto significa, caminar con muletas hasta que puedas caminar normalmente sin ellas. Intentar hacer ejercicio físico con un muslo dañado puede hacer que la recuperación sea más difícil. No te reintegres a los deportes hasta que sientas que el dolor se ha ido completamente o hasta que el médico te haya dado el alta para volver a jugar. Llama a tu médico inmediatamente si notas los siguientes síntomas de síndrome compartimental: dolor más intenso que el que sentiste en el momento de la lesión cosquilleo o ardor en la zona donde se encuentra la lesión Algunas pocas personas tal vez necesiten una cirugía para solucionar una contusión de cuádriceps. La cirugía es poco habitual, pero podría llegar a ser necesaria en caso de que exista un desgarro completo del músculo o si la contusión en el cuádriceps no se cura bien. Los médicos también pueden recomendar la cirugía si la miositis osificante afecta el rango de movilidad de la persona o compromete los nervios o las venas. Si tienes una contusión en el cuádriceps, seguramente volverás a tus actividades normales luego de algunas semanas de reposo. Pero como pueden surgir complicaciones, es importante no restarles importancia a las contusiones en el cuádriceps. Asegúrate de que el médico te dé el alta antes de volver a la actividad. Back to Articles Related Articles Cómo afrontar las lesiones deportivas No te preocupes, no es el fin del mundo —solo el principio de tu proceso de curación. Sigue leyendo para saber en qué consiste ese proceso y cómo debes reaccionar ante una lesión deportiva. 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